Saber que quieres un cambio
Si estás aquí es porque llevas un tiempo queriendo un cambio en tu vida, ya te has dado cuenta, pero te has quedado bloqueado porque no sabes por donde empezar.
A mi también me ha pasado, todavía lo recuerdo, sesiones y sesiones de psicóloga, pero seguía perdido, era un círculo vicioso, sabía lo que tenía que cambiar, pero siempre había algo que me impedía ese cambio, algo que de alguna manera escapaba de mi control. No me daba cuenta que mi vida dependía de «cosas/gente/asuntos externos» a mi.
Yo creía saber que era lo que tenía que cambiar, pero nada más lejos de la realidad, estaba muy perdido, y todavía me queda mucho por aprender, pero siento que estoy bien encaminado.
Me gustaría ilustrar este tema con casos reales de personas con las que he coincidido:
En este artículo hablamos de:
Caso 1: Agustín está muy incómodo en su trabajo.
Todavía recuerdo cuando trabajaba codo con codo junto a Agustín, siempre venía con prisas, estresado y de mal humor. No eran ni las 8.00 de la mañana y ya le habían pasado 20 desgracias distintas, desde que se le rompiese la silla en la que se había sentado a desayunar hasta que se le cayese el café encima.
A él le parecía normal que estuviese de mal humor otro día más, pero tenemos que tener cuidado con lo que entendemos por «normal» puede que lo que a una persona por su educación, creencias y experiencia le parece normal a otra persona eso mismo le parece algo extremadamente raro.
Un día le vi excesivamente ofuscado y le propuse bajar a tomar un café a la cafetería que había debajo de la oficina, sin pensarlo dos veces aceptó, necesitaba hablar con alguien. Me contó lo disgustado que estaba con el trabajo, llevaba 20 años en el mismo puesto y casi no le habían subido el sueldo, inocentemente le pregunté por que no se cambiaba de trabajo.
No puedo cambiarme, tengo que dar de comer a mis hijos, tengo que pagar la hipoteca, el colegio… ¿entiendes Santiago?
Yo por aquel entonces solo tenía 20 años y ninguna responsabilidad, por supuesto que no lo entendía, buscas otro trabajo y te cambias, que no encajas en ese trabajo, te vuelves a cambiar… siempre será mejor que pasar 20 años más en este trabajo que no te llena.
Pero mi respuesta no fue esa, no, fue algo un poco más profundo, le propuse que durante los próximos 3 meses diese lo mejor de él, que tuviese iniciativa, que se adelantase a los deseos del jefe (ya le conocía de sobra) y también le propuse que cambiase su actitud en casa que no mezclase los problemas del trabajo con los de la oficina.
Parece que algo cambió en él, me había tomado en serio (me sorprendió, yo era un niño). La cuestión es que con ese cambio de actitud aprendió cosas nuevas (después de 20 años en el mismo trabajo) y en menos de un año le habían ascendido y le habían subido el sueldo.
MORALEJA: en el trabajo da lo mejor de ti, ya no solo por la empresa, que también, sino de forma egoísta, por ti, aprende todo lo que puedas, aprende de tus compañeros, de tus jefes, de tus empleados, aprende cómo gestionas el tiempo y como lo gestionan los demás, como gestionas tus frustraciones, tus errores, tus éxitos… ten iniciativa, propón soluciones, empápate y APRENDE.
Caso 2: Lorena quiere dejar a su novio
Después de 5 años de relación Lorena ya se ha cansado de su novio, de sus malas caras, de sus escusas… pero Lorena siempre está buscando el mejor momento para romper la relación y ese momento nunca llega, unas veces es porque hay una fecha especial cerca (cumpleaños, aniversario, Navidades…) otras veces por que su novio está de bajón o tienen programado un viaje (con todo ya pagado) entro de un mes… así que se le siguen pasando las semanas, los meses y los años…
Lorena era una compañera de clase del colegio, llevaba ya varios meses sin verla pero nos cruzamos en la calle, empezamos a hablar y terminamos tomando un café, fue entonces cuando me contó su situación con su novio.
Por lo que me contó me dio la impresión de que su novio era tan malo como ella lo pintaba, más bien detecté que ella proyectaba sus miedos y fracasos en su novio. Entonces le dije, ¿no será que estás interpretando mal las situaciones? La próxima vez que creas que tu novio está siendo injusto contigo, que no te cuida cómo debería házselo saber.
¿Pero cómo le voy a decir eso? Él se tiene que dar cuenta que no usa conmigo la misma cara de la moneda que para él.
Es posible, o no, no lo sabemos, le dije, en cualquier caso te propongo que le hagas saber cada situación que te parezca injusta.
Unos meses después Lorena me llamó para darme las gracias, se había dado cuenta que era ella quien ponía en boca de su novio palabras que él no había dicho y que en cualquier caso su novio proponía y era ella quien cumplía sin rechistar.
Ahora tenía una relación más bonita, basada en el diálogo y la confianza.
MORALEJA: Muchas veces proyectamos nuestras creencias y percepciones en los demás, nos cerramos a escuchar de verdad. No dejes que tu Ego se apodere de tu voluntad. Dedica por lo menos 10 minutos diarios a meditar para despejar tu mente.
Caso 3: La vida de Manuel es un desastre
No había otra palabra para definir la vida de Manuel, era un completo desastre. En el trabajo no estaba bien, se llevaba mal con los compañeros, tenía problemas económicos, su relación con su pareja no era buena, sus hijos eran unos caprichosos…
Era evidente que Manuel necesitaba un cambio, algo no estaba haciendo bien y su familia se lo estaba intentando hacer ver, pero él siempre tenía una excusa, siempre había un culpable.
Un día, hablando con él le propuse que hiciésemos un ejercicio, cogí una hoja y un boli, hice una linea en medio del folio y lo separé en dos columnas, en la primera puse ¿qué quiero cambiar? en la segunda columna puse ¿que pequeños cambios voy a hacer para conseguirlo?
Le propuse que me dijese que creía que era lo más urgente e importante de cambiar, hicimos una lista y la ordenamos por prioridades.
Después le propuse centrarnos solo en los 3 primeros cambios, ya retomaríamos los demás más adelante. A continuación seleccionamos el primer cambio y en la columna de la derecha pusimos cada pequeño cambio que había que hacer para llegar a lograr ese cambio. Por supuesto tienen que ser pequeños cambios que se puedan empezar a abordar hoy mismo, ahora mismo. Te pondré un ejemplo:
El primer cambio que quería abordar eran sus problemas económicos, por lo que hicimos esta lista de pequeños cambios que iba a comenzar a hacer ahora mismo:
- Iba a comprar una libreta para apuntar cada gasto que hacía, de esta manera iba a ser más consciente de en que gastaba su dinero.
- Iba a entrar todos los días al banco para revisar los movimientos y organizar el resto del mes en función del saldo que le quedaba, por ejemplo ¿cuánto dinero podía gastar en la compra semanal?
- A partir de ahora, cada vez que viese algo que quería comprar iba a esperar 48 horas para pensar si de verdad quería y necesitaba eso. De esa forma dejaría de comprar impulsivamente.
- Al hacer la compra de la semana iba a mirar los precios y a comprar solo lo imprescindible, nada de caprichos.
- También iba a revisar todos sus recibos a ver de cuales podía prescindir y cuales podía reducir.
- Por otra parte, a más largo plazo se iba a poner a estudiar un master de especialización.
- También iba a comenzar a mandar CV para cambiar de trabajo.
Lo mismo hicimos con el segundo cambio que quería abarcar y con el tercero.
Con pequeños cambios a transformado su vida. Ahora es una persona más feliz.
MORALEJA: si pretendemos cambiar radicalmente muchas cosas de un día para el otro es posible que no hagamos nada o que nos cansemos muy pronto. Por eso es necesario planificar los cambios e introducirlos muy de apoco. Y por supuesto, empieza ahora mismo.
Ya hemos visto tres casos reales y lo cierto es que podría poner muchos más, pero ahora quiero centrarme en tu caso, ¿que crees que debe cambiar en tu vida para ser más feliz? ¿qué te impide hacer ese cambio? ¿que pequeños cambios podrías hacer hoy mismo, ahora mismo para comenzar a cambiar? Si haces esos pequeños cambios, ¿cómo cambiaría tu vida?
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