Tomar buenas decisiones

Cómo tomar buenas decisiones

Hace unos días me invitaron a dar una charla sobre el proceso de la toma de decisiones y a lo largo de la ponencia fue aumentando el interés así cómo la participación del público por lo que he decidido trasladar el debate al blog, ¿cómo tomar buenas decisiones?

 

Los procesos de toma de decisiones se ve claramente condicionado por la situación actual y la conducta de la persona que ha de tomar dicha decisión, no debemos olvidar que en última instancia el que toma la decisión es la persona, con independencia de que dicha decisión pueda ser para uno mismo, para la empresa en la que trabaja o para un familiar. Así pues debemos formar a los equipos de trabajo y especialmente a los directivos para que la toma de decisiones no se vea gravemente influenciada por los asuntos personales, emociones o sentimientos.

 

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Los tres componentes que participan en la toma de decisiones son

  • Las alternativas
  • Las consecuencias
  • Los sucesos inciertos (incertidumbre)

 

La toma de decisión requiere de un análisis de los escenarios así como extrapolar a cada uno de ellos los resultados consecuentes de nuestra toma de decisión. De esta forma para poder decidir adecuadamente es necesario disponer de la mayor información posible y de forma ordenada.

 

¿Cómo tomar buenas decisiones?

Aunque creo que todos sabemos de lo que estamos hablando no está de más definir que es la toma de decisiones y en qué consiste, podríamos decir que se trata de tener que elegir entre más de una opción para solucionar o prevenir un problema.

 

Una persona se ve ante la tesitura de tomar una decisión cuando tiene que elegir entre más de una alternativa, en caso contrario, si solo dispone de una opción no existe entonces la toma de decisión. Aunque en cualquier caso, siempre existe la posibilidad de hacer algo o no hacer nada.

 

Los principales problemas que encontramos a la hora de tomar una decisión son:

  • Que la persona o la organización no sepa qué es lo que quiere.
  • Que no exista un objetivo que alcanzar.
  • No se consigue identificar cuál es el factor que causa el problema.
  • No se sabe cual es la solución correcta.

 

Tomar una decisión no consiste en lanzar una moneda al aire y esperar que haya suerte, lo ideal es contar con datos previos sobre los que basar dicha decisión. En tu caso, ¿sueles revisar los datos antes de tomar una decisión?

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El proceso de la toma de decisiones

Todo proceso de toma de decisión es inherente a una serie de pasos, seamos o no conscientes de ellos.

 

En primer lugar se detecta un problema, puede suceder que al principio no seamos conscientes del mismo, pero tarde o temprano se manifestará y será necesario definirlo.

 

Una vez que hemos identificado el problema llega la hora de proponer posibles alternativas que nos lleven a la mejor solución.

 

Ahora que ya contamos con una serie de alternativas es el momento de analizar los pros y los contras de cada una, ¿qué consecuencias tendrán? ¿cómo impactarán en las personas o en la organización?

 

El siguiente paso es tomar una decisión en base a la información que hemos recopilado y ejecutarla. En muchas ocasiones podremos ver los resultados de nuestras decisiones a corto plazo y es posible que las podamos reconducir a una mejor solución.

 

En cualquier caso, como último paso del proceso de la toma de decisiones es hacer seguimiento a la ejecución y consecuencias de la solución propuesta.

 

La definición del problema

A efectos de este artículo entendemos por problema un concepto mucho más amplio que la simple cuestión que debemos resolver, en general se trata de solucionar o prevenir un problema y las consecuencias que hay de hacer o no hacer nada.

 

Todas las personas, con independencia de nuestra edad o profesión nos pasamos el día decidiendo, el niño decide si portarse bien o mal, si obedecer o no, si guardar silencio en clase o hablar con el amiguito… por su parte un adulto decide si va a trabajar o no, si hace la cama antes de salir de casa o si prefiere llegar antes a la oficina…

 

Cómo vemos nos pasamos el día decidiendo, lo que ocurre es que hay decisiones que pueden ser más trascendentales que otras, por ejemplo un padre/madre de familia tiene que decidir que tipo de educación quiere para sus hijos, esto será relevante, por su parte un director de departamento tiene que decidir que funciones asigna a cada miembro de su equipo.

 

Hay decisiones que las tomamos sobre la marcha pero otras decisiones requieren un estudio pormenorizado del problema. Como quiera que sea tenemos que tener mucho cuidado con las decisiones que improvisamos, muchas veces se tratan de nimiedades que desembocan en grandes problemas.

 

Estudiar el problema consiste en detectar qué es lo que queremos prevenir, implementar, cambiar o corregir. La diferencia entre cambiar y corregir es que la primera se refiere a hacer las cosas de una forma diferente, mientras que corregir hace referencia a que ya se ha detectado un posible problema y lo queremos prevenir o solucionar. Una vez lo hemos detectado es hora de definirlo, detallar por qué es o puede ser un problema y detallar cuáles son las consecuencias de no hacer nada al respecto.

 

El ser humano en la toma de decisiones

A lo largo del día la persona cumple diferentes roles, nos despertamos y somos padres/madres de familia, salimos al portal y somos vecinos, llegamos al trabajo y somos empleados, compañeros y/o jefes. Vamos a casa de nuestros padres y somos hijos o hermanos…

 

A la hora de tomar una decisión es esencial el rol en el que nos encontramos en ese momento y cual es el poder decisión del que disponemos.

 

Según la personalidad de la persona esta tomará decisiones de una forma u otra en función de su punto de vista o el enfoque que le quiera dar al problema.

 

Hay personas que son más analistas, otras que son más impulsivas, hay personas con perfiles arriesgados mientras que hay otras personas que son más miedosos.

 

De esta forma, la toma de decisiones en la organización se ve altamente influenciada por la persona que establece las normas así cómo por la persona que toma la decisión en última instancia.

 

Es importante distinguir entre el objeto de la toma de decisión y el enfoque que se le quiera dar a la solución. Por ejemplo, el objeto del problema puede ser que los clientes no quedan satisfechos. El enfoque puede centrarse en ofrecer un mejor producto o en tener más contento al personal para que traten y asesoren mejor al cliente.

 

El tiempo en la toma de decisiones

El tiempo es un factor determinante en la toma de decisiones ya que disponemos de las siguientes opciones:

  • Hacer algo inmediatamente
  • Estudiar el problema y analizar posibles alternativas
  • Posponer la toma de decisiones para más adelante

 

Cuanto más tiempo tardemos en abordar un problema más posibilidades hay de que este se agrave, pero por el lado opuesto, si nos precipitamos e intentamos abordarlo con demasiada premura y poca reflexión es posible que nos precipitemos y las consecuencias de nuestra decisión sea contraria a nuestras intenciones. ¿Eres una persona más reflexiva o más impulsiva?

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Las opiniones de terceros en la toma de decisiones

¿Cuándo es el momento de pedir opinión? en ocasiones nos vemos bloqueados ante la disyuntiva en la que nos encontramos y puede ser buen momento para pedir opinión a terceras personas, otras veces la gente que nos rodea se siente con la suficiente libertad como para opinar sin que se lo hayamos pedido.

 

En cualquier caso, ¿estamos dispuestos a escuchar las opiniones de los demás? escuchar opiniones, y más en el caso de que las hayamos pedido, a veces nos hace sentir en el compromiso de tener que tomarlas como un dictamen, por lo que es importante que aprendamos a escuchar y tener en cuenta, pero en ningún caso nos debemos sentir obligados con independencia de que hayamos pedido la opinión o no.

 

Por otra parte, están las personas que piden opinión y sin embargo ya tienen una decisión tomada, son personas que no saben escuchar y que por lo general piden opinión solo para confirmar que ellos están en lo cierto, da igual lo que haya dicho la otra persona, si coincide con su opinión se sienten satisfechos y si no coincide les sirve de argumento de que ellos están en lo cierto.

 

Los errores en la toma de decisiones

Los decisores somos humanos y los humanos nos equivocamos, muchas veces la toma de decisiones se torna tramposa y ninguna de las opciones es buena, otras veces sencillamente erramos.

 

El principal factor que nos conduce al error en la toma de decisiones suele ser las emociones y los sentimientos que nos nublan el raciocinio

 

Es importante que las organizaciones formen a sus empleados y especialmente a sus directivos para la toma de decisiones puesto que esto les ayudará a aprender a discernir entre razón y corazón.

 

El fin último en toda organización es mejorar la facturación mejorando el servicio al cliente. Esta mejora muchas veces es el reflejo de tener más contentos a los equipos de trabajo, mejorar la relación con los proveedores y en general tener contento al ecosistema de la empresa.

 

La toma de decisiones se torna especialmente complicada en las empresas familiares donde se puede dañar la sensibilidad o el ego de un ser querido, por lo que precisamente este tipo de empresas son las que tienen que hacer un esfuerzo mayor para aprender a tomar buenas decisiones sin deshumanizarse.

 

Espero que hayas disfrutado leyendo este artículo sobre cómo tomar buenas decisiones tanto cómo he disfrutado yo leyendo, si te ha sido de utilidad te voy a pedir que lo compartas con otras personas que puedan necesitarlo, nos harás un favor a los dos. Finalmente pedirte que me dejes un comentario con tus dudas o consultas. Gracias por leerme.

Sobre el autor
Foro de Liderazgo Empresarial FLE 2022 52 scaled

Descubre la transformación personal de la mano de Santiago Vitola, un emprendedor madrileño con una sólida experiencia en el mundo empresarial. Como destacado Coach y maestro de Mindfulness, Santiago ha dedicado años a guiar a individuos en su camino hacia el crecimiento. Su profundo conocimiento de la Ley de la Atracción y el enfoque holístico se fusionan en su destacado curso «La Ley de la Atracción».

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