18 hábitos que debes cambiar para ser Feliz
A lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo una serie de hábitos que debemos cambiar para ser feliz ya que no siempre son beneficiosos para nosotros y suponen una barrera para alcanzar la auténtica felicidad.
Ser feliz es fácil, pero supone hacer algún esfuerzo y no decaer ante las adversidades que podamos encontrar por el camino. Cada día podemos disfrutar del milagro de la vida, cada día podemos hacer un pequeño cambio para mejorar nuestra vida, cada día es una oportunidad para ser un poco más feliz.
Al final la vida trata de eso, de ser feliz, pero hay que entender el concepto de felicidad ya que ser feliz no es tener el último modelo de móvil, tampoco es hacer cosas divertidas todos los días. Ser feliz es más un estilo de vida en el que disfrutamos de cada instante pero sin expectativas.
En este artículo hablamos de:
- 1 Entiende el concepto de felicidad
- 2 No le tengas miedo a la muerte
- 3 Nunca dejes que el miedo al fracaso te detenga
- 4 No permitas que las críticas te inmovilicen
- 5 Sal de tu zona de confort
- 6 Medita todos los días
- 7 No te dejes llevar por tu Ego
- 8 Deja de vivir en tu cabeza
- 9 Vive el presente
- 10 No te sientas culpable
- 11 Haz deporte
- 12 Come sano
- 13 Madruga
- 14 No gastes compulsivamente
- 15 Busca las causas, no las consecuencias
- 16 No busques problemas y culpables, busca soluciones
- 17 No hables de política, religión o deportes
- 18 Deja de perder tu tiempo con la televisión
Entiende el concepto de felicidad
Ya lo hemos adelantado unas líneas más arriba, deja de pensar que no puedes ser feliz porque tu vida es rutinaria y no te puedes permitir tener el último modelo de móvil.
La vida es mucho más que ir a restaurantes de lujo y pasar el día haciendo actividades divertidas.
Para ser feliz tenemos que aprender a conectar con nosotros mismos, tenemos que aprender a disfrutar del aquí y el ahora, tenemos que agradecer cada cosa que nos sucede ya que es una enseñanza para el futuro.
Las grandes expectativas respecto a la felicidad es uno de los principales motivos de la depresión, muchas personas piensan que para ser feliz tienen que vivir una vida de lujo, ir todos los días a restaurantes, salir de fiesta… cuando se dan cuenta que por circunstancias varias, por falta de tiempo o de recursos económicos no pueden tener la vida que les gustaría, la vida que ven que otros disfrutan en las redes sociales se deprimen.
La felicidad es disfrutar la brisa del viento en tu cara, el calor del sol en tu espalda, el roce del agua cuando llueve…
La felicidad es impermanente, una vez que llegamos a ella no dura eternamente, las cosas y circunstancias son cambiantes. La felicidad puede durar un instante o varios instantes. La felicidad es una emoción que se siente cuando nos sentimos realizados y no hay sufrimiento, pero no debemos aferrarnos a esta emoción ya que puede desaparecer en cualquier momento.
No le tengas miedo a la muerte
Todos tenemos un miedo terrible a la muerte ya que es lo que nos han enseñado, sin embargo tenemos que aprender que al final todos moriremos, por lo que no debes aferrarte a tu cuerpo, a tus pertenencias, a tus amigos…
No tenerle miedo a la muerte y asumir que algún día todos nos morimos te va a permitir aprender a valorar cada instante de tu vida, sea bueno o malo, te va a permitir aprender a no aferrarte al deseo y no tener aversión a los sucesos desagradables.
Te quiero proponer una meditación muy buena para no tener miedo a la muerte:
Medita visualizando cómo va a ser tu funeral. Observa que sienten tus seres queridos, presta atención a cómo se apaga tu cuerpo pero cómo se refuerza tu espíritu. No tengas miedo.
Si practicas con cierta frecuencia, el día que te tengas que enfrentar realmente a la muerte vas a ser feliz y no tendrás ningún miedo.
Todos vamos a morir algún día y tenemos que estar preparados para ello, comienza a prepararte ya y vivirás una vida mucho más feliz y más plena en la que vas a aprender a valorar cada pequeño detalle, cada pequeño suceso…
Nunca dejes que el miedo al fracaso te detenga
¿Sabías que basta un pensamiento negativo para que algo no te salga? Es increíble el poder que tiene nuestra mente. Basta que pienses que no eres capaz de aprender una habilidad para que no la aprendas. Pero déjame decirte algo, no se trata de que no seas capaz de hacer algo, más bien se trata de que te falta seguir practicando, entrenando y estudiando.
¿Todavía no te convences? Entonces explícame cómo es posible que existan las Paraolimpiadas, cómo es posible que haya personas que con 80 años aprendan un nuevo idioma, cómo es posible que en el circo existan acróbatas de 50 años que hagan piruetas imposibles en el aire.
Yo te voy a decir cómo es posible, han superado sus creencias limitantes, se han puesto un objetivo y lo han perseguido. Tú también puedes, solo tienes que proponértelo y entrenar un poco cada día. Con el tiempo serás un experto.
La primera vez que fui a esquiar iba convencido de que lo haría muy bien, pero a la primera que salí a la pista me caí, así que me levanté y lo volví a intentar, nuevamente el resultado fue que terminé con el culo en el suelo, lo intenté un par de veces más y decidí que eso no era lo mio, me quité los esquís y me fui a la cafetería. ¿Cómo iba a aprender a esquiar si iba por mi cuenta, no lo había hecho nunca y a la cuarta que me caigo me rindo? Imposible. No es que no valiese para esquiar, es que no había practicado lo suficiente. Lo mismo ocurre con los idiomas, con montar en bicicleta, aprender a cocinar…
No vuelvas a dejar que el miedo al fracaso te detenga, no es que no valgas para algo, es que no has practicado lo suficiente.
No permitas que las críticas te inmovilicen
Muy relacionado con el enunciado anterior, no permitas que tu miedo a las críticas te paralicen o condicionen. No dejes de hacer cosas, de opinar o de intentar por miedo al qué dirán. ¿Cuántas cosas serían hoy diferentes si no hubieses hecho caso a las opiniones de los demás? Te digo más, ¿cuántas veces has dejado de hacer algo por miedo al qué dirán sin dar ni siquiera la oportunidad a que digan?
En muchas ocasiones dejamos de hacer cosas pensando que los demás nos van a criticar, pero déjame que te diga una cosa, no eres el centro del universo, es posible que a mucha gente le de igual lo que hagas y a los que sí que les importa en muchas ocasiones sólo quieren protegerte. Olvídate de lo que te digan, la experiencia solo se aprende con la experiencia.
A mi también me ha pasado, yo también he dejado de hacer cosas cuando me han dicho que era malo en algo, que mejor les dejase a los que sabían, pero sabes una cosa, ahora procuro no dejar que las opiniones de los demás me influyan.
Mucha gente deja de perseguir un sueño porque por el camino recibe un NO, mucha gente deja de buscar trabajo porque en la primera o segunda entrevista no les han seleccionado, mucha gente deja de hacer cosas por que alguien les ha dicho que no valen para hacer eso.
¿Conoces el cuento del padre y el hijo que van a vender un burro? resulta que el hijo iba montado en el burro, pero por el camino unos señores opinaron que era mejor que fuese el padre encima del burro, así que el padre bajó al hijo y se subió él. Por el camino otros señores opinaron que era mejor que fuesen los dos arriba del burro así que ambos se subieron al burro, más adelante otros señores les pareció que era maltrato animal y que era mejor que ambos se bajasen… el cuento sigue. Opiniones hay tantas cómo personas, por lo que cada uno tiene que reflexionar sobre los temas y hacer lo que mejor se adapte a sus inquietudes y necesidades.
No te dejes llevar por las etiquetas que te hayas puesto, y trabaja para no ponerle etiquetas a nada ni a nadie. Las etiquetas solo son conceptos que ponemos a las personas y a las cosas, pero no son esa persona o esa cosa. No dejes que las etiquetas te limiten o condicionen, pero tampoco seas el que pone las etiquetas a los demás.
Sal de tu zona de confort
Si quieres tener una vida diferente tienes que hacer cosas diferentes, sal de tu zona de confort y enfréntate a tus miedos. Deja de esquivar aquello que te da miedo o te resulta molesto, siempre va a estar allí y no puedes pasarte toda la vida esquivando lo que te resulta incómodo.
Muchas veces nos acomodamos en lo que nos resulta cómodo y miramos los “monstruos” desde la barrera pensando que nunca seremos capaces de vencerlos, pero quiero recordarte que David ganó a Goliat.
Si tienes un problema, una fobia, un miedo… lo mejor que puedes hacer es enfrentarte a ellos y ganar la partida. Es cómo el niño que hace la pataleta, si siempre le haces el capricho va a seguir haciendo pataletas porque le dan resultado. Pero si comienzas a decirle que no y ve que sus pataletas no dan resultado, con el tiempo va a dejar de hacerlas. Pero para ello vas a tener que aguantar estoicamente muchas pataletas.
Llegados a este punto quiero recomendarte que hagas meditaciones visualizando aquello que te da miedo, si te da miedo nadar, visualiza como nadas como un profesional, si te da miedo la oscuridad medita visualizando como si fueses una luciérnaga en la oscuridad, si eres claustrofóbico práctica a verte en sitios cerrados…
Medita todos los días
Conozco muchas personas que me dicen que no tienen tiempo para meditar, que intentan sacar un hueco en algún momento pero que tienen una vida muy ajetreada y les resulta imposible parar.
Pero meditar debería ser una de tus prioridades, es suficiente con dedicar 10 minutos por la mañana o 10 minutos por la noche antes de dormirte. Meditar es de las cosas más importantes que tienes que hacer si quieres ser feliz.
No vale solo con leer tips sobre cómo ser feliz, es necesario que lo pongas en práctica y lo primero que tienes que hacer es aprender a conocerte a ti mismo, conocer tu naturaleza.
La meditación te permite hacer un paréntesis en tu ajetreada vida, te permite parar a estar contigo mismo, te ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Cuando lleves un par de semanas meditando notarás los cambios, pero por las mismas, el día que no medites o cuando dejes de meditar también lo vas a notar. Por eso es importante que seas constante.
La meditación te ayuda a vivir el presente, a vivir el aquí y ahora, te enseña a disfrutar de cada instante de la vida, te enseña a conocerte a ti mismo y a darte cuenta de que formas parte de un universo.
Para meditar, lo primero que tienes que hacer es aprender la postura correcta y no tener grandes expectativas, limítate a hacerlo, con el tiempo empezarás a ver los resultados.
No te dejes llevar por tu Ego
El Ego es muy tramposo y es muy mal consejero. Ya hemos profundizado sobre que es el Ego en otro artículo.
El Ego te engaña, está continuamente buscando identidades para ti en el exterior empezando por tu propio cuerpo, siguiendo con tus problemas, grupos de personas relacionadas con un tema…
No te identifiques con tus pensamientos, tu no eres tus pensamientos igual que no eres los latidos de tu corazón. Por la cabeza pasan más de 60.000 pensamientos diarios sin control ni orden, se salta de un pensamiento a otro.
El ego es el que te lleva por el camino de la envidia, el rencor, el orgullo, es el que te hace desconfiar de los demás, el que te hace ser inconformista y el que en definitiva te puede llevar a la depresión si no lo atas en corto.
El Ego es necesario para sobrevivir en la infancia, el que te ayuda a querer andar, el que te enseña a tener curiosidad, el que te guía hasta los brazos de tu madre, pero según crecemos el Ego deja de tener razón de ser y tenemos que aprender a purificarlo.
El Ego siempre quiere más y no distingue entre bueno o malo, le da igual, si alguien está enfermo quiere que tu estés más enfermo, si alguien le toca la lotería quiere que a tí también te toque, si alguien sufre un accidente de tráfico quiere que tu tengas uno más grave…
Solo a través de la meditación aprenderás a conocer a tu Ego y a identificarlo.
Deja de vivir en tu cabeza
Muchas personas viven en su cabeza, están todo el día pensando en lo que les pasó ayer, cavilando sobre lo que harán mañana, otros reviven una y otra vez alguna situación que les causó rechazo con pensamientos negativos.
Ya hemos visto en este y otros artículos la importancia de dejar de vivir en tu cabeza, aprovecha cada instante para vivir el momento presente, deja de vivir en el pasado y en el futuro. Vive en tu mente, pero no en tu cabeza. La diferencia es que la mente es mucho más que tu cabeza, la mente abarca también tu cuerpo. La mente es un sistema de interconexión entre tu SER espiritual, tu ser corporal y tu entorno.
La mente no se encuentra en un sitio fijo sino que está distribuida en una red que incluye nuestro cerebro, nuestro cuerpo, nuestro SER así como nuestras experiencias.
Vive el presente
Vive el aquí y ahora, deja de vivir en el pasado y en el futuro. Disfruta de cada instante. No vivas en piloto automático, intenta ser consciente de cada tarea que haces.
Si quieres profundizar más y aprender a disfrutar del presente te recomiendo este curso de Mindfulnes gratuito de 8 semanas. No solo aprenderás a meditar, sino que aprenderás a vivir de una forma diferente, con más tranquilidad y disfrutando de cada momento. Aunque no lo creas la vida es muy corta y hay que disfrutar cada instante de nuestra preciosa existencia.
Aprender a vivir en el presente te va a permitir tener más tiempo para las cosas que de verdad son importantes, te va a permitir pasar más tiempo con tus seres queridos, te va a ayudar a vivir con más ecuanimidad sin dejarte llevar de forma incontrolada por tus sentimientos o emociones.
No te sientas culpable
No te sientas culpable por los errores que cometas, todos alguna vez en nuestra vida nos equivocamos, es innevitable. Te equivocarás una y mil veces, lo importante es que aprendas de tus errores, pero no te arrepientas de aquello que has hecho con la mejor de las intenciones sin obtener los resultados esperados.
Equivocarte NO te hace mala persona, te hace humano, aprende a perdonarte y aceptar tus errores.
Es muy habitual que nos arrepintamos de decisiones que hemos tomado en relación con nuestros seres queridos. No siempre acertamos, pero en su momento hicimos lo que creíamos que era mejor con los conocimientos y las herramientas que poseíamos.
Haz deporte
Aunque parezca un cliché es una gran verdad, el deporte influye positivamente tanto en nuestra salud corporal como mental. El deporte previene de enfermedades mentales, enfermedades crónicas, combate la obesidad y disminuye las probabilidades de padecer un cáncer.
Por otra parte, el deporte genera endorfinas y ayuda a aumentar la autoestima, combate el estrés, la ansiedad y ayuda a dormir mejor.
Por las circunstancias tengo épocas en las que puedo hacer más deporte y épocas en las que tengo menos tiempo para hacer ejercicio y la verdad es que lo noto mucho cuándo hago más deporte ya que me encuentro mejor en general, estoy más motivado, me alimento mejor, tengo más vitalidad…
Mi recomendación es que hagas lo mismo que yo, organiza tu rutina para tener por lo menos 15 minutos al día para hacer ejercicio. Esos 15 minutos son imperdonables y tienen que entrar en tu día a día, igual que el vestirte o desayunar. Lo ideal es que tengas establecidos unos ejercicios que puedas hacer en casa, ya sea al levantarte o antes de comer. A partir de aquí, los días que puedas vas al gimnasio, sales a caminar o correr, o montas en bici… pero para complementar esos 15 minutos diarios obligatorios.
Come sano
Deja YA de comer guarrerías, dulces, fritos… una alimentación equilibrada ayuda a mantener un equilibrio de las vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para contar con una salud fuerte y no enfermarte.
Comer alimentos altos en grasas o azúcares puede provocar la inflamación del hipocampo, también puede provocar que las conexiones entre las neuronas se deterioren o incluso se destruyan, provocando que los neurotransmisores no funcionen correctamente y esto afecta a la memoria, al aprendizaje, a las reflexiones…
Comer sano es más fácil de lo que parece, para empezar puedes dejar los refrescos o bebidas alcohólicas para fuera de las comidas (aunque lo ideal es que ni lo pruebes) como quiera que sea, en las comidas solo agua.
El siguiente hábito que puedes introducir en este sentido es involucrar tanto en las comidas como en las cenas un primer plato que siempre tiene que ser verduras o ensaladas.
Entre horas no piques guarrerías, si tienes hambre empieza por tomar un baso de agua o una infusión y si sigues con hambre después come una pieza de fruta.
Cómo ves, introduciendo pequeños cambios podrás comer cada vez mejor y más sano. Con el tiempo te sentirás con más vitalidad y más sano.
Así comencé yo, antes tenía una alimentación malísima y desde que he cambiado mis hábitos de alimentación me siento más sano, alegre y fuerte (mentalmente hablando).
Madruga
Diversos estudios científicos han demostrado que los animales (entre los que se encuentran los Seres Humanos) deben seguir el ciclo del sol, esto supone adaptar nuestros horarios a la luz natural. Antiguamente no existían las luces artificiales por lo que hacíamos nuestra vida mientras había luz solar.
Acostúmbrate a cenar pronto y acostarte pronto para al día siguiente poder levantarte pronto. Está demostrado que por las mañanas rendimos más y nos distraemos menos, por lo que es ideal para desarrollar una rutina.
Prográmate por la mañana para meditar, hacer deporte, leer, trabajar y desayunar. Crea una rutina en la que dediques entre 15 y 20 minutos a cada una de estas tareas.
Si todavía no lo has hecho te recomiendo que leas “El club de las cinco de la mañana” y “Mañanas milagrosas”.
No gastes compulsivamente
Muchas personas asocian el irse de compras con la felicidad, pero nada más lejos de la realidad. Comprar algo que no necesitas solo provoca una sensación de satisfacción que es temporal, pero que pronto deja de tener ese efecto y vuelves a sentir sensación de vacío.
Yo lo que hago cuando veo algo que me quiero comprar y no necesito es posponerlo 24 a 48 horas y si sigo con ganas de comprarlo reflexiono respecto a dónde procede esa necesidad imperiosa de comprarlo, ¿de verdad lo necesito? ¿dónde lo voy a guardar? ¿qué utilidad le voy a dar? ¿qué voy a hacer con eso cuando ya no lo vaya a usar? Al final me termino dando cuenta que no lo necesito.
Encuentra la felicidad en tu interior, no en elementos externos.
Otro hábito que he adquirido es el de deshacerme de las cosas, ya no colecciono camisetas de cuando tenía 15 años que nunca más me voy a poder poner, tampoco colecciono jerseys rotos que me da pena tirar ni guardo pantalones que me quedan apretados por si alguna vez vuevo a tener el cuerpo de hace 10 años… Y como te digo con la ropa, tampoco guardo vasos o platos picados, ni juguetes rotos de los niños, ni mesas que no caben en mi casa pero que las tenía por si alguna vez me mudaba…
Cada metro cuadrado de tu casa es valiosísimo y “coleccionar cosas” que no necesitas te roba tiempo, espacio pero sobre todo te roba mucha energía. Si aprendes a desapegarte de esas cosas que hace ya 6 meses que no usas aprenderás a no comprar compulsivamente cosas que no necesitas.
Pruebalo, verás que te ayudará a desarrollarte como persona.
Busca las causas, no las consecuencias
Para explicar este apartado me voy a ir a un caso más que evidente que todos hemos experimentado más de una vez: el dolor y la enfermedad de los que quiero hablar más profundamente en otro artículo. Cuando te enfermas o te duele algo es la consecuencia, pero ¿cuáles son las causas? ¿qué lo ha provocado?
Aunque no lo creas muchas enfermedades y dolores son la expresión física de un desequilibrio mental o un desorden emocional. La enfermedad muchas veces deriva de una disociación personal.
Pero no solo quiero hablar en este apartado de las enfermedades y los dolores, otro ejemplo es la pobreza o la falta de recursos económicos, se trata de la consecuencia, pero ¿cuál es la causa de que no llegues a fin de mes? ¿podrá ser que gastes más de lo que ingresas? ¿puede ser que necesites otra fuente de ingresos? Quizás tengas que aprender a atraer la abundancia.
Y podríamos seguir con un largo etcétera de ejemplos.
No busques problemas y culpables, busca soluciones
El ser humano tiene tendencia a buscar culpables, como si eso fuese a solucionar algo. Recuerdo un cliente que siempre me hacía una lista de los culpables de sus problemas pero jamás me aportaba soluciones para dichos problemas.
Este es un claro ejemplo de:
- Busca soluciones, olvídate de los culpables.
- No pretendas que los demás cambien, el que tiene que cambiar eres tú.
No pierdas tu tiempo en buscar culpables, céntrate en buscar soluciones, si tienes sobrepeso no le eches la culpa a quien te provoca estrés, aprende a entender tu cuerpo y dale lo que necesita, si tienes problemas económicos no le eches la culpa a tu jefe, aprende sobre Inteligencia Financiera, esto puede incluir cambiar de trabajo, gastar menos…
No hables de política, religión o deportes
No pretendas adoctrinar a nadie ni darle lecciones a quien no las necesita. Hay determinados temas sobre los que no vale la pena discutir, nadie va a cambiar de opinión respecto a ellos, solo vas a perder el tiempo y ambos os podéis llevar un buen disgusto.
Y ahora voy a ir un poco más lejos, antes me encantaba leer noticias políticas, ver programas de política, debates… hasta que me di cuenta que me intoxicaba reforzando mis convicciones. Ahora no solo no pretendo adoctrinar a nadie, sino que incluso procuro no hablar del tema ni con los que piensan igual que yo.
Quiero hacer extensivo este apartado a otros temas, me pasa mucho con la espiritualidad, cuando intento convencer a personas deprimidas o con ansiedad de que mediten y cambien sus hábitos para ser feliz, pero si ellos no me han pedido ayuda o incluso ni siquiera consideran que necesiten ayuda yo habré perdido mi tiempo y ellos seguirán igual. Cuando el alumno está preparado aparece el maestro. No pretendamos ser maestros de nadie.
Deja de perder tu tiempo con la televisión
¿Cuántas horas dedicas a Netflix, HBO, Amazon Prime Video u otras plataformas de vídeo? ¿sabías que todas esas horas las podrías dedicar a cosas más productivas como meditar, estudiar, hacer deporte, descansar más, estar con tus hijos…?
Hace ya dos años que dejé de ver la televisión, me niego a que otros decidan la mierda que me entra en la cabeza, ahora selecciono muy bien que es lo que voy a ver: programas y documentales que me aportan valor, incluso series y películas en las que aprendo sobre algún tema que me interesa. Por ejemplo, te recomiendo la película «El Guerrero Pacífico«.
Por supuesto, aquí solo hemos visto unos pocos hábitos que debemos cambiar para ser feliz, pero evidentemente hay muchos más hábitos que debemos adquirir para tener una vida más plena y feliz, cómo por ejemplo no criticar a los demás, no quejarse todo el día de las cosas que nos pasan, no desear lo que tienen los demás Espero que estos 18 hábitos que debes cambiar para ser feliz te sean de utilidad. Si crees que hay alguien que le puede venir bien te ruego que lo compartas, ayudarás a esa persona y me ayudarás a mi.
Descubre la transformación personal de la mano de Santiago Vitola, un emprendedor madrileño con una sólida experiencia en el mundo empresarial. Como destacado Coach y maestro de Mindfulness, Santiago ha dedicado años a guiar a individuos en su camino hacia el crecimiento. Su profundo conocimiento de la Ley de la Atracción y el enfoque holístico se fusionan en su destacado curso «La Ley de la Atracción».